"En lugar de hacer simples descripciones de producto, mejor cuenta historias que capten la atención de tus públicos". Esa es una de las premisas del storytelling, y diversas organizaciones en todo el mundo le apuestan a ese estilo de comunicación. De enumerar las bondades de un producto, ahora exponen historias entorno a él.
Este es un ejemplo de una campaña en la que se utilizó la técnica del storytelling para comunicarle a una población rural sobre el desarrollo de cuatro centrales microeléctricas y su impacto en la calidad de vida.
Mientras algunos turistas admiran la inmensidad de las montañas que surcan la Cordillera Oriental y se maravillan por la diversidad que a simple vista observan, otras personas desde lo más profundo habitan esos paisajes, en medio de los frondosos árboles y las empinadas subidas. Escalar o, como dirían los cultivadores, “trepar montañas”, es una actividad propia de quien decidió trabajar en estas tierras y convertirlas en verdaderos terrenos de labranza y producción.
No ha sido una tarea fácil, en principio porque las condiciones geográficas generaron dificultades. A veces el esfuerzo de extenuantes jornadas de trabajo no era bien retribuido por la falta de infraestructura que permitiera generar un verdadero proceso productivo y construir una cadena de valor. Esas tardes en medio del aroma de una tasa de café, cuando en medio de las desdichas las familias enteras se reunían para hablar sobre cómo salir adelante, ahora ven un sueño cumplido: la construcción de microcentrales que crearán una infraestructura agroindustrial que permita optimizar los procesos de beneficio de café cereza, para transformarlo en café pergamino seco listo para su comercialización.
Anteriormente, los cultivadores solo desarrollaban una actividad, ahora se añade un nuevo escalón en la cadena producción, un paso adicional más sobre las plantaciones. Eso que tanto se deseó, que toda la familia sea parte activa en la producción, que hombres y mujeres trabajen conjuntamente, es, ahora, un proceso integral que transcurre por los procesos de educación y enseñanza técnica hasta el suministro de maquinaria especializada, así como el apoyo en la gestión comercial, algo que generaba miedo por el desconocimiento que se tenía. Hoy los habitantes de esas verdes montañas son verdaderamente pequeños empresarios que han hecho de su familia una cadena productiva, capaces de generar desarrollo para su comunidad.
La Fundación E, consciente de su impacto en las regiones y las capacidades de los pequeños productores, ha apoyado el desarrollo de cuatro microcentrales que han transformado la vida de los pequeños productores. Mesitas del Colegio, que se ha destacado por su capacidad de asociatividad y cooperativismo, tendrá una microcentral que brindará apoyo a más de 1.200 familias, de esas que generan una pregunta en los turistas: cómo hicieron para llegar hasta allá.
Medio de divulgación: radio o impreso.
Director de campaña: Andrés Emilio Vargas
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