El avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones generó un cambio en la forma como se desarrollan las capacitaciones y, en general, el entrenamiento corporativo. De utilizar auditorios y mediar el aprendizaje por medio de un capacitador, ahora un gran número de organizaciones optan por el e-learning, que se da por medio de plataformas virtuales de aprendizaje como Moodle. Si bien capacitar por medios virtuales es una opción válida que, por cierto trae grandes beneficios, las capacitaciones presenciales no han perdido vigencia. En realidad, ha ocurrido una transformación en ese tipo de capacitaciones; de desarrollar largas sesiones (porque se creía que entre más extensas fueran, los participantes aprenderían más), se ha pasado a cátedras puntuales mediadas por la virtualidad y el saber hacer.
Es común observar que en las capacitaciones presenciales se utilicen teléfonos celulares, dado que estos hacen parte activa del aprendizaje. En vez de restringir su uso, los capacitadores los convierten en una herramienta de la capacitación. A su vez, se ha incorporado el saber hacer. Esto quiere decir que, en lugar de ofrecer meros conocimientos que bien pueden encontrarse en la web, ahora se enseña a desarrollar habilidades, todo mediado desde la experiencia. Que las personas aprendan un saber una vez finalice la capacitación es un objetivo, y no simplemente actualizar conocimientos. Esta es una de las razones por las que las capacitaciones presenciales 'sobrevivieron' a la aparición de las plataformas de e-learning corporativo.
No a todas las organizaciones les gustan las capacitaciones virtuales, dado que las consideran impersonales e ineficientes en tanto no integran a las personas, lo cual es esencial en el entrenamiento corporativo. Comúnmente se aprecia que las empresas solicitan que las capacitaciones se desarrollen en sus instalaciones, puesto que es más práctico y además permite una interacción real entre el experto y sus trabajadores.
La virtualidad está ligada al aprendizaje y tiene futuro, pero de ninguna forma representa una amenaza para las capacitaciones presenciales. La comunicación interpersonal no es sustituible y esa es la base de las cursos y capacitaciones presenciales en la empresa.
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