¿Alguna vez has tenido problemas al escribir un documento en tu trabajo? ¿Qué sucede cuando lo que escribimos no es lo que necesitamos decir? En este artículo exploraremos las consecuencias de escribir mal en la empresa y cómo esto puede afectar nuestras relaciones laborales, la productividad de la empresa y, por supuesto, nuestras perspectivas profesionales.
Una escritura densa, con ideas poco legibles, que presenta errores de tipeo, redacción, gramática, acentuación y puntuación genera una pésima percepción ante compañeros de trabajo, clientes y usuarios. No es una cuestión menor esos "errorcitos" en un correo electrónico o propuesta comercial, en realidad estos denotan precariedad en los conocimientos de quien los escribe y genera incertidumbre frente a la información que comunica.
¿Compraría acciones en una empresa que tiene errores de ortografía en su página web o anuncios de redes sociales? Probablemente, no lo haría porque le generaría dudas que una organización en la cual piensa invertir su dinero no tenga cuidado con ese tipo de detalles. Eso es lo que ocurre cuando se comparten textos con errores que los atributos sucumben ante los fallos, fallos que pueden evitarse a toda costa.
Una redacción precaria es una forma evidente de desprecio por el público con el que interactúa una empresa y esta afecta directamente la imagen, lo que al final se traduce en una percepción negativa de los productos y servicios que esta ofrece. Sin embargo, ¿pueden las organizaciones asegurarse que sus empleados escriban correctamente? Quizás, sí, evaluando habilidades específicas en los procesos de selección. Pero hay otra forma más habitual: a través de programas de formación como cursos de gramática, ortografía, y redacción de textos profesionales.
La formación continua en lenguaje y redacción es fundamental para cualquier profesional que trabaje para una organización moderna, esta ayuda a los individuos a desarrollar habilidades comunicativas necesarias para transmitir ideas de forma clara y eficaz tanto de forma escrita como oral. ¿Has notado que algunas personas son incapaces de comunicar en pocos segundos y con pocas palabras un mensaje de voz? Deben contar toda una retahíla para, al final, decir lo realmente importante. Así como escriben, hablan.
Escribir mal en la empresa es una práctica peligrosa e ineficiente que puede tener consecuencias negativas significativas para la productividad y el rendimiento de la organización. Negocios se han caído por una idea mal escrita o un texto confuso. Por lo tanto, la escritura clara, concisa y precisa es una habilidad fundamental para los profesionales modernos y es importante que todos los miembros de una empresa, marca u organización fortalezcan esta habilidad para maximizar su éxito.
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