Un periodista activo puede recibir, en promedio, más de treinta correos electrónicos por día. Eso es mucha información. Debe usted entender, querido comunicador, que ellos no tienen el tiempo suficiente para leer la totalidad de los correos, salvo ojearlos. Si encuentran una información interesante, y esto no le implica mayor trabajo, muy seguramente contará con opciones de freepress. Así que no crea que por enviar un correo extenso tendrá garantizado un espacio en el medio.
Primer error. No ponerle titular a la información que se envía. Este debe ser tan claro que con solo leerlo el periodista tiene que entender el contenido. Claridad implica, casi siempre, no usar demasiadas palabras. Por lo tanto, procure que el titular no tenga más de 15 palabras.
Segundo error. No priorizar la información. Algunos comunicadores no pasaron nunca por una sala de redacción y desconocen la jerarquización de los datos. Siempre en sus comunicados exponga lo más importante al comienzo del escrito y vaya desglosando por orden de importancia el contenido. A veces se escribe todo de una vez y los comunicados o boletines resultan difíciles de comprender. De todo lo que escribió, muy seguramente solo hay algo que vale la pena leer.
Tercer error. En la calidad de un escrito periodístico influyen las fuentes de información a las que se acuda. Procure realizar una reportería en su empresa y trate de que haya diversas opiniones en torno a la temática que escribe. No es válido poner solo las declaraciones del presidente o gerente de su empresa. Trate de llamar a sus aliados y pídales su opinión. Hacerlo así le facilitará trabajo al periodista; así, él solo deberá corroborar la información.
Cuarto error. Es común que dentro de un mismo texto haya varios datos relevantes. Sin embargo, el periodista no tendrá tiempo para leerlo a todo. Haga un resumen antes de comenzar el relato con los aspectos más importantes. Es necesario que cada resumen no supere las tres líneas. Es casi como hacer un titular, pero más largo.
Quinto error. No enviar material gráfico que acompañe la información. Los medios de hoy tienen un alto contenido de imágenes, por lo tanto es necesario que las notas de prensa lleven imágenes y color. En este caso, las letras por sí solas no venden.
Sexto error. Enviar la información como documento adjunto y no utilizar el cuerpo del texto en el correo electrónico. Entiendan que los periodistas tienen días agitados y usualmente no están de buen humor. La presión del trabajo hace que ritmo de vida sea así acelerado. Como ellos no están en la oficina, ahórrele tiempo (y gigas de navegación) agregándole esa misma información que tiene en el documento de word al correo, para que sin necesidad de descargar el archivo se puede acceder a ella. Esto también aplica para cuando se envían cotizaciones o propuestas comerciales. Tenga en cuenta que, aunque usted escriba en un computador, su información se leerá, casi siempre, en un smartphone.
Séptimo error. No utilizar hipervínculos. Es necesario hacerlo para profundizar en la información.
Octavo error. No poner los datos de contacto del periodista en el mismo documento que se envía. Si bien en la firma del correo electrónico aparece su número de teléfono y extensión, vuélvalos a colocar dentro del documento. Y si tiene Whatsapp, inclúyalo también. Las entrevistas en estos tiempos de la web 2.0 se hacen por notas de voz y no necesariamente por vía telefónica o presencialmente como hace veinte años.
Noveno error. Enviar varios correos electrónicos el mismo día. Ese esfuerzo innecesario solo terminará en algo: eliminar al remitente o establecerlo como spam. Envíe un correo electrónico por día, como máximo, a menos que tenga una buena comunicación con el periodista.
Décimo error. Cuesta creer que un líder de comunicaciones tenga mala ortografía o que sea incapaz de escribir un párrafo correctamente. Si de verdad quiere espantar por completo a ese periodista, cometa errores de ese tipo.
Si usted es de esos comunicadores que acostumbran a enviar información de calidad, el periodista no solo tendrá en cuenta la producción de sus contenidos sino que este acudirá a usted para pedirle información, eso sí, de calidad, que tenga el potencial de convertirse en noticia.
Redacción de contenidos